Los caballos de Salomón provenían de Egipto y de Coa. Los mercaderes del rey los adquirían en Coa al contado.
Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Cilicia, donde los compraban los mercaderes de la corte.
Los comerciantes de la corte compraban en Egipto y Cilicia los caballos para Salomón. El precio de un carro comprado en Egipto era de seiscientas monedas de plata, y el de un caballo, ciento cincuenta. El rey Salomón acumuló en Jerusalén grandes cantidades de plata, y sembró tantos árboles de cedro que llegaron a ser tan comunes como las flores del campo. ¡Hasta los reyes hititas y sirios compraban sus carros y caballos a los comerciantes de la corte de Salomón!
Los caballos de Salomón procedían de Musur y de Cilicia; los mercaderes del rey los adquirían en Cilicia por su precio en dinero.
Y los mercaderes del rey compraban por contrato caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón.
Y Salomón tenía caballos y lienzos finos traídos de Egipto; pues los mercaderes del rey adquirían los lienzos finos por precio.