Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del santuario (porque todos los sacerdotes que se hallaban presentes se habían santificado, sin distinción de sus grupos);
Los sacerdotes se retiraron del Lugar Santo. Todos los sacerdotes allí presentes, sin distinción de clases, se habían *santificado.
Todos los sacerdotes allí presentes, sin importar el grupo al que pertenecían, habían cumplido con la ceremonia de preparación para poder presentarse ante Dios. Por su parte, los cantores se ubicaron al lado este del altar. Todos estaban de pie y vestidos de lino fino. Entre ellos estaban Asaf, Hemán y Jedutún, con sus hijos y familiares. Todos ellos tocaban platillos, arpas y otros instrumentos de cuerdas. Junto a ellos había ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas. Todos juntos alababan y daban gracias a Dios con el canto que dice: «Alaben a Dios, porque él es bueno, y nunca dejará de amarnos». Cuando los sacerdotes salieron del Lugar Santo, una nube llenó todo el templo. Era la presencia de Dios,
¡Destrozo, saqueo, devastación! ¡Corazones que se disuelven y rodillas que vacilan y estremecimiento en todos los lomos y todos los rostros que mudan de color!
Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, (porque todos los sacerdotes que se hallaron habían sido santificados, y no guardaban sus turnos;
Y como los sacerdotes salieron del santuario (porque todos los sacerdotes que se hallaron habían sido santificados, y no guardaban sus turnos;