Pues como sé que dentro de poco tengo que dejar mi frágil morada, como me lo ha declarado nuestro Señor Jesucristo,
porque sé que dentro de poco tendré que abandonarlo, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo.
Nuestro Señor Jesucristo me ha permitido saber que pronto moriré;
Tienen los ojos llenos de adulterio, que no se sacian de pecado, seducen a las almas débiles, tienen el corazón ejercitado en la codicia, ¡hijos de maldición!
sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.
sabiendo que en breve debo dejar mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.