Y nosotros oímos esta voz dirigida desde el cielo cuando estábamos con él en el monte santo.
Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo.
Creced, pues, en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.
Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.