Tampoco se pedían cuentas a los hombres en cuyas manos era entregado el dinero para darlo a los que hacían la obra, pues ellos actuaban con honestidad.
A los que estaban encargados de pagar a los trabajadores no se les pedían cuentas, pues procedían con toda honradez.
Los que recibían el dinero para pagar los gastos de la reparación del templo eran honestos, por lo que no se les pedían cuentas.
sino que se daba a los que hacían el trabajo de las reparaciones de la Casa de Yahveh.
Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque lo hacían ellos fielmente.
Y no se tomaba en cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra: porque lo hacían ellos fielmente.