Entonces el rey Joás llamó al sacerdote Joyada y a los demás sacerdotes, y les dijo: —¿Por qué no reparáis las grietas del templo? Ahora pues, no toméis el dinero de vuestros administradores, sino dadlo para reparar las grietas del templo.
el rey llamó al sacerdote Joyadá y a los otros sacerdotes, y les recriminó: '¿Por qué no han comenzado la restauración del templo? De aquí en adelante, ya no recibirán dinero de manos de los tesoreros, y deberán entregar lo que tengan para que se repare el templo.'
Entonces Joás llamó al sacerdote Joiadá y a los demás sacerdotes, y les preguntó: «¿Por qué no están reparando el templo? Les prohíbo pedirle a la gente más dinero. Y devuelvan el dinero que tengan para que se hagan las reparaciones que ordené».
Pero en el año veintitrés del rey Joás los sacerdotes no habían hecho las reparaciones de la Casa.
Llamó entonces el rey Joás al sumo sacerdote Joiada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no reparáis las grietas del templo? Ahora, pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las grietas del templo.
Llamando entonces el rey Joás al sacerdote Joiada y a los demás sacerdotes, les dijo: ¿Por qué no reparáis las aberturas del templo? Ahora, pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las roturas del templo.