Y Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: 'El cardo que está en el Líbano mandó a decir al cedro que está en el Líbano: ‘Da tu hija a mi hijo por mujer.’ Entonces pasó una fiera salvaje del Líbano y pisoteó el cardo.
Pero Joás, rey de Israel, le respondió a Amasías, rey de Judá: 'El cardo del Líbano le mandó este mensaje al cedro: Entrega a tu hija como esposa a mi hijo. Pero luego pasaron por allí las fieras del Líbano, y aplastaron al cardo.
Joás le contestó a Amasías: «Una vez un pequeño arbusto le mandó a decir a un gran árbol: “Dale tu hija a mi hijo, para que sea su esposa”. Pero una fiera del Líbano pasó y aplastó al arbusto.
Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame tu hija para mujer de mi hijo; pero las bestias salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo.
Y Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardo.
Y Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardillo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las bestias fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardillo.