Cambió su ropa de prisión, y Joaquín comía en la presencia del rey siempre, todos los días de su vida.
Joaquín dejó su ropa de prisionero, y por el resto de su vida comió a la mesa del rey.
Así que Joaquín dejó de usar su ropa de prisionero, y el resto de su vida comió con el rey.
Joaquín se quitó sus vestidos de prisión y comió siempre a la mesa en su presencia, todos los días de su vida.
Y le cambió los vestidos de prisionero, y comió siempre delante de él todos los días de su vida.
Y le cambió los vestidos de su prisión, y comió siempre delante de él todos los días de su vida.