Entonces una mujer, que fuera esposa de uno de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo diciendo: —Tu siervo, mi marido, ha muerto. Tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehovah, pero el acreedor ha venido para llevarse a mis dos hijos como esclavos suyos.
La viuda de un miembro de la comunidad de los profetas le suplicó a Eliseo: Mi esposo, su servidor, ha muerto, y usted sabe que él era fiel[1] al Señor. Ahora resulta que el hombre con quien estamos endeudados ha venido para llevarse a mis dos hijos como esclavos.
Una mujer que había estado casada con un profeta le dijo a Eliseo: —Mi marido estuvo siempre al servicio de Dios y de usted, pero ahora está muerto. Él había pedido dinero prestado, y ahora el hombre que se lo prestó se quiere llevar como esclavos a mis dos hijos.
Una de las mujeres de la comunidad de los profetas clamó a Eliseo diciendo: «Tu siervo, mi marido, ha muerto; tú sabes que tu siervo temía a Yahveh. Pero el acreedor ha venido a tomar mis dos hijos para esclavos suyos.»
Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.
UNA mujer, de las esposas de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido es muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.