Y sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: —Tráeme otra vasija. Y le respondió: —No hay más vasijas. Entonces el aceite cesó.
Cuando ya todas estuvieron llenas, ella le pidió a uno de sus hijos que le pasara otra más, y él respondió: 'Ya no hay.' En ese momento se acabó el aceite.
Después de un rato, la mujer le dijo a uno de sus hijos: —Tráeme otra jarra. Él le contestó: —Ya no quedan más. En ese momento el aceite se acabó.
Cuando las vasijas se llenaron, dijo ella a su hijo: «Tráeme otra vasija.» El dijo: «Ya no hay más.» Y el aceite se detuvo.
Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.
Y como las vasijas fueron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otra vasija. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.