Ella dijo a su señora: —¡Ojalá mi señor se presentase al profeta que está en Samaria! Pues él lo sanaría de su lepra.
Un día la muchacha le dijo a su ama: 'Ojalá el amo fuera a ver al profeta que hay en Samaria, porque él lo sanaría de su lepra.'
Esa niña le dijo a la esposa de Naamán: «¡Si mi patrón fuera a ver al profeta Eliseo, que vive en Samaria, se sanaría de la lepra!»
Dijo ella a su señora: «Ah, si mi señor pudiera presentarse al profeta que hay en Samaría, pues le curaría de su lepra.»
Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
Dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.