Naamán entró y habló a su señor, diciendo: —Así y así ha dicho la muchacha que es de la tierra de Israel.
Naamán fue a contarle al rey lo que la muchacha israelita había dicho.
Cuando Naamán se enteró de esto, fue a ver al rey y le contó lo que había dicho la niña.
Fue él y se lo manifestó a su señor diciendo: «Esto y esto ha dicho la muchacha israelita.»
Entrando Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.
Y entrando Naamán a su señor, se lo declaró, diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.