Sucedió que cuando el rey de Israel pasaba por el muro, una mujer gritó diciéndole: —¡Socórreme, oh mi señor el rey!
Un día, mientras el rey recorría la muralla, una mujer le gritó: ¡Sálvenos, Su Majestad!
Un día, cuando el rey de Israel paseaba sobre el muro que rodeaba la ciudad, una mujer le gritó: —¡Majestad, ayúdeme!
Pasaba el rey de Israel por la muralla cuando una mujer clamó a él diciendo: «Sálvame, rey mi señor!»
Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le gritó, y dijo: Salva, rey señor mío.
Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le dio voces, y dijo: Salva, rey señor mío.