David le preguntó: —¿Qué ha acontecido? Dímelo, por favor. El respondió: —El pueblo ha huido de la batalla. Muchos del pueblo también han caído y han muerto. Saúl y su hijo Jonatán también han muerto.
Pero, ¿qué ha pasado? exclamó David. ¡Cuéntamelo todo! Pues resulta que nuestro ejército ha huido de la batalla, y muchos han caído muertos contestó el mensajero. Entre los caídos en combate se cuentan Saúl y su hijo Jonatán.
—¿Y qué pasó allí? —volvió a preguntar David. El soldado respondió: —El ejército israelita perdió la batalla. Muchos de nosotros escapamos, y muchos otros murieron. También murieron Saúl y su hijo Jonatán.
Le preguntó David: «¿Qué ha pasado? Cuéntamelo.» Respondió: «Que el pueblo ha huido de la batalla; han caído muchos del pueblo y también Saúl y su hijo Jonatán han muerto.»
David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y son muertos; también Saúl y Jonatán su hijo murieron.
Y David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y son muertos; también Saúl y Jonatán su hijo murieron.