El respondió: —Mientras el niño vivía, yo ayunaba y lloraba pensando: 'Quién sabe si Jehovah tendrá compasión de mí, y el niño vivirá.'
David respondió: Es verdad que cuando el niño estaba vivo yo ayunaba y lloraba, pues pensaba: ¿Quién sabe? Tal vez el Señor tenga compasión de mí y permita que el niño viva.
David les contestó: —Mientras el niño aún vivía, yo no comía y lloraba porque creía que Dios me tendría compasión y sanaría a mi hijo.
Respondió: «Mientras el niño vivía ayuné y lloré, pues me decía: ¿Quién sabe si Yahveh tendrá compasión de mí y el niño vivirá?
Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño?
Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, para que viva el niño?