Entonces Tamar tomó ceniza y la esparció sobre su cabeza, rasgó su túnica de diversos colores que llevaba, puso las manos sobre su cabeza y se fue gritando.
Al salir, se echó ceniza en la cabeza, se rasgó la túnica y, llevándose las manos a la cabeza, se fue por el camino llorando a gritos.
Pero al verse en la calle, se echó ceniza sobre la cabeza y rompió su vestido para demostrar su vergüenza. Luego se fue llorando y gritando por todo el camino, agarrándose la cabeza.
Tamar puso ceniza sobre su cabeza, rasgó la túnica de mangas que llevaba, puso sus manos sobre la cabeza y se iba gritando mientras caminaba.
Entonces Tamar tomó ceniza y la esparció sobre su cabeza, y rasgó la ropa de colores de que estaba vestida, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando.
Entonces Tamar tomó ceniza, y la esparció sobre su cabeza, y rasgó su túnica de colores de que estaba vestida, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando.