Dijo la mujer: —Por favor, permite que tu sierva diga una palabra a mi señor el rey. El dijo: —Habla.
Pero la mujer siguió diciendo: Permita Su Majestad a esta servidora suya decir algo más. Habla.
La mujer insistió: —¿Me permite Su Majestad decirle algo más? El rey le permitió seguir hablando,
La mujer dijo: «Te suplico que tu sierva pueda decir a mi señor el rey una palabra.» Dijo: «Habla».
Y la mujer dijo: Te ruego que permitas que tu sierva hable una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla.
Y la mujer dijo: Te ruego que hable tu sierva una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla.