Entonces el rey dijo: —Que pase Quimjam conmigo, y yo haré por él lo que te parezca bien. Todo lo que tú me pidas yo te lo haré.
Está bien respondió el rey, Quimán irá conmigo, y haré por él lo que me pides. Y a ti te daré todo lo que quieras.
El rey le contestó: —Haré con Quimham lo que tú me pidas. Puede quedarse conmigo.
Permite que tu siervo se vuelva para morir en mi ciudad, junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Aquí está tu siervo Kimham. Que siga él con el rey mi señor y haz con él lo que bien te parezca.»
Y el rey dijo: Pues pase conmigo Quimam, y yo haré con él como bien te parezca; y todo lo que tú pidieres de mí, yo lo haré.
Y el rey dijo: Pues pase conmigo Quimam, y yo haré con él como bien te parezca; y todo lo que tú pidieres de mí, yo lo haré.