Los gabaonitas le respondieron: —No tenemos pleito sobre plata ni oro con Saúl ni con su casa. Tampoco queremos que muera nadie en Israel. El les dijo: —Haré por vosotros lo que digáis.
Los gabaonitas respondieron: No nos interesa el dinero de Saúl y de su familia, ni tampoco queremos que muera alguien en Israel. Entonces, ¿qué desean que haga por ustedes? volvió a preguntar el rey.
Los gabaonitas le contestaron: —Nosotros no queremos dinero, ni tampoco queremos que muera ningún israelita. El rey David volvió entonces a preguntarles: —Pues, ¿qué quieren que haga por ustedes?
Le respondieron los gabaonitas: «No es para nosotros cuestión de oro ni plata con Saúl y su casa, ni se trata de hacer morir a nadie en Israel.» El dijo: «Haré por vosotros lo que me digáis.»
Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis, haré.
Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Haré por vosotros lo que digáis.