Me has despejado el camino; por eso mis tobillos no flaquean.
Me despejas el camino para que no tenga yo tropiezos.
Mis pasos ensanchas ante mí; no se tuercen mis tobillos.
Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.
Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, Para que no titubeasen mis rodillas.