Aún estando con vosotros os amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Porque incluso cuando estábamos con ustedes, les ordenamos: 'El que no quiera trabajar, que tampoco coma.'
Cuando estábamos con ustedes, les decíamos que quien no quiera trabajar tampoco tiene derecho a comer.
Además, cuando estábamos entre vosotros os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Porque aun cuando estábamos con vosotros, os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.