No vuelvas a profetizar en Betel, porque éste es el santuario del rey; es el templo del reino.
Deja ya de profetizar aquí en Betel, porque en esta ciudad está el templo más importante del reino, y aquí es donde el rey viene a adorar.
Pero en Betel no has de seguir profetizando, porque es el santuario del rey y la Casa del reino.»
y no profetices más en Bet-el, porque es santuario del rey, y capital del reino.
Y no profetices más en Betel, porque es santuario del rey, y cabecera del reino.