Aconteció que cuando acababan de comer la hierba de la tierra, dije: —¡Oh Señor Jehovah, perdona, por favor! ¿Cómo podrá levantarse Jacob, que es tan pequeño?
Cuando las langostas acababan con la hierba de la tierra, exclamé: ¡Señor mi Dios, te ruego que perdones a Jacob! ¿Cómo va a sobrevivir, si es tan pequeño?
Cuando vi que los saltamontes se estaban comiendo hasta la hierba, le rogué a Dios: —¡Perdona a tu pueblo, Dios mío! ¿Cómo vamos a sobrevivir, si somos un pueblo tan pequeño?
Y cuando acababan de devorar la hierba de la tierra, yo dije: «¡Perdona, por favor, Señor Yahveh! ¿cómo va a resistir Jacob, que es tan pequeño?»
Y aconteció que cuando acabó de comer la hierba de la tierra, yo dije: Señor Jehová, perdona ahora; ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño.
Y aconteció que como acabó de comer la hierba de la tierra, yo dije: Señor Jehová, perdona ahora; ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño.