Tras la mujer, la serpiente echó de su boca agua como un río, para que ella fuese arrastrada por el torrente.
La serpiente, persiguiendo a la mujer, arrojó por sus fauces agua como un río, para que la corriente la arrastrara.
El dragón arrojó mucha agua por la boca, y con el agua formó un río para que arrastrara a la mujer.
Entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua, detrás de la Mujer, para arrastrarla con su corriente.
Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río.
Y la serpiente echó de su boca, tras la mujer, agua como un río, a fin de hacer que fuese arrastrada por el río.