Oí al ángel de las aguas decir: 'Justo eres tú que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas.
Oí que el ángel de las aguas decía: 'Justo eres tú, el Santo, que eres y que eras, porque juzgas así:
Luego oí decir al ángel que tiene poder sobre el agua: «Dios, tú eres santo, vives por siempre, y tus castigos son justos.
Y oí al Ángel de las aguas que decía: «Justo eres tú, “Aquel que es y que era”, el Santo, pues has hecho así justicia:
Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas.
Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, que eres y que eras, y serás, porque has juzgado así.