Y un ángel poderoso tomó una piedra como una gran piedra de molino y la arrojó al mar diciendo: 'Con semejante violencia será derribada Babilonia la grande ciudad, y nunca jamás será hallada.
Entonces un ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una gran rueda de molino, y la arrojó al mar diciendo: 'Así también tú, Babilonia, gran ciudad, serás derribada con la misma violencia, y desaparecerás de la faz de la tierra.
Entonces un poderoso ángel tomó una roca, grande como piedra de molino, y la arrojó al mar diciendo: «Babilonia, gran ciudad poderosa, ¡así serás destruida, y nunca más volverán a verte!
Un Ángel poderoso alzó entonces una piedra, como una gran rueda de molino, y la arrojó al mar diciendo: «Así, de golpe, será arrojada Babilonia, la Gran Ciudad, y no aparecerá ya más...»
Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.
Y un ángel fuerte tomó una piedra como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con esta violencia será derribada Babilonia, aquella gran ciudad, y nunca más será hallada.