Y por segunda vez dijeron: '¡Aleluya!' Y el humo de ella subió por los siglos de los siglos.
Y volvieron a exclamar: '¡Aleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos.'
Después volvieron a decir: «¡Que todos alaben a Dios! Pues el humo del fuego que hace arder a la gran prostituta, nunca dejará de subir.»
Y por segunda vez dijeron: «¡Aleluya! La = humareda de la = Ramera = se eleva por los siglos de los siglos.» =
Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.
Y otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y su humo subió para siempre jamás.