¡Qué bien lucen tus pies con las sandalias, oh hija de nobles! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de las manos de un artista.
¡Ah, princesa mía, cuán bellos son tus pies en las sandalias! labradas por hábil artesano.
Princesa mía, lucen bellos tus pies en las sandalias. Las curvas de tus caderas son la obra maestra de un experto joyero.
¡Vuelve, vuelve, Sulamita, vuelve, vuelve, que te miremos! ¿Por qué miráis a la Sulamita, como en una danza de dos coros?
/n¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, /nOh hija de príncipe! /nLos contornos de tus muslos son como joyas, /nObra de mano de excelente maestro.
¡CUÁN hermosos son tus pies en las sandalias, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.