Tu paladar es como el buen vino que corre suavemente hacia el amado y fluye por los labios de los que se duermen.
y como el buen vino tu boca! ¡Corra el vino hacia mi amado, y le resbale por labios y dientes![1]
Habrá en tus labios el gusto del buen vino que al correr moja y acaricia los labios y los dientes.
Me dije: Subiré a la palmera, recogeré sus frutos. ¡Sean tus pechos como racimos de uvas, el perfume de tu aliento como el de las manzanas,
/nY tu paladar como el buen vino, /nQue se entra a mi amado suavemente, /nY hace hablar los labios de los viejos.
Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos.