Luego oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí adormecido sobre mi rostro, con mi rostro en tierra.
Fue entonces cuando oí que aquel hombre me hablaba. Mientras lo oía, caí en un profundo sueño, de cara al suelo.
»Al oír que el ángel me hablaba, me desmayé y caí de cara al suelo.
Oí el son de sus palabras y, al oírlo, caí desvanecido, rostro en tierra.
Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.
Pero oí la voz de sus palabras; y oyendo la voz de sus palabras, estaba yo adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra.