Pero cuando haya prevalecido, su reino será quebrantado y repartido por los cuatro vientos del cielo; pero no a sus descendientes, ni según el dominio con que él había dominado, porque su reino será arrancado y será para otros aparte de éstos.
Pero tan pronto como surja su imperio, se resquebrajará y se esparcirá hacia los cuatro vientos del cielo. Este imperio no será para sus descendientes, ni tendrá el poder que tuvo bajo su gobierno, porque Dios lo dividirá y se lo entregará a otros.
Cuando su reino ya esté bien establecido, será destruido y se dividirá en cuatro partes. Este rey no les dejará el poder a sus hijos, ni será tan poderoso como antes fue, porque su reino estará dividido y en su lugar gobernarán otros reyes.
En trance de engrandecerse, su reino será quebrantado y repartido a los cuatros vientos del cielo, pero no entre su descendencia ni con un dominio como el que él había ejercido, porque su reino será extirpado y entregado a otros distintos de aquélla.
Pero cuando se haya levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; no a sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su reino será arrancado, y será para otros fuera de ellos.
Pero cuando estará enseñoreado, será quebrantado su reino, y repartido por los cuatro vientos del cielo; y no a sus descendientes, ni según el señorío con que él se enseñoreó: porque su reino será arrancado, y para otros fuera de aquellos.