Entonces aquellos hombres se reunieron y hallaron a Daniel rogando e implorando delante de su Dios.
Cuando aquellos hombres llegaron y encontraron a Daniel orando e implorando la ayuda de Dios,
Cuando los jefes principales vieron que Daniel estaba orando a Dios,
Al saber que había sido firmado el edicto, Daniel entró en su casa. Las ventanas de su cuarto superior estaban orientadas hacia Jerusalén y tres veces al día se ponía él de rodillas, para orar y dar gracias a su Dios; así lo había hecho siempre.
Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios.
Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando delante de su Dios.