Harás esto con todas las ciudades que estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones de aquí.
Así tratarás a todas las ciudades lejanas que no pertenezcan a las naciones vecinas.
»Esto mismo deberán hacer con todas las ciudades que ataquen y que estén lejos de su territorio. En las ciudades que estén en la tierra que Dios va a darles, no debe quedar con vida ningún hitita, ni amorreo, ni cananeo, ni fereseo, ni heveo ni jebuseo. Ninguno de estos pueblos debe quedar con vida, pues de lo contrario les enseñarán a ustedes a adorar a otros dioses. ¡Eso sería un gran pecado contra nuestro Dios! ¡Sería algo repugnante! Además, nuestro Dios nos ha ordenado destruirlos como una ofrenda en su honor.
Así has de tratar a las ciudades muy alejadas de ti, que no forman parte de estas naciones.
Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones.
Así harás a todas las ciudades que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estas naciones.