'‘¡Maldito el que cambie de lugar los linderos de su prójimo!’ Y todo el pueblo dirá: ‘¡Amén!’
Maldito sea quien altere los límites de la propiedad de su prójimo. Y todo el pueblo dirá: ¡Amén!
Maldito quien desplace el mojón de su prójimo. - Y todo el pueblo dirá: Amén.
Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.