Aquel día se encenderá contra él mi furor. Yo los abandonaré; esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos. Muchos males y angustias les vendrán. En aquel día dirá: ‘¿Acaso no me han sobrevenido estos males porque mi Dios no está en medio de mí?’
Cuando esto haya sucedido, se encenderá mi ira contra ellos y los abandonaré; ocultaré mi rostro, y serán presa fácil. Entonces les sobrevendrán muchos desastres y adversidades, y se preguntarán: ¿No es verdad que todos estos desastres nos han sobrevenido porque nuestro Dios ya no está con nosotros?
Entonces yo me enojaré con ellos, y los dejaré solos; en vez de cuidarlos, les enviaré muchos castigos y sufrimientos. Y tendrán que admitir que los he abandonado.
Aquel día montaré en cólera contra él, los abandonaré y les ocultaré mi rostro. Será pasto y presa de un sinfín de males y adversidades, de suerte que dirá aquel día: «¿No me habrán llegado estos males porque mi Dios no está en medio de mí?»
y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí?
Y mi furor se encenderá contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y le hallarán muchos males y angustias, y dirá en aquel día: ¿No me han hallado estos males porque no está mi Dios en medio de mí?