Oré a Jehovah diciendo: Oh, Señor Jehovah, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad que has rescatado por tu grandeza, al cual sacaste de Egipto con mano poderosa.
Oré al Señor y le dije: Señor y Dios, ¡no destruyas tu propia heredad, el pueblo que por tu grandeza redimiste y sacaste de Egipto con gran despliegue de fuerza!
Supliqué a Yahveh y dije: «Señor Yahveh, no destruyas a tu pueblo, tu heredad, que tú rescataste con tu grandeza y que sacaste de Egipto con mano fuerte.
Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa.
Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas tu pueblo y tu heredad que has redimido con tu grandeza, al cual sacaste de Egipto con mano fuerte.