Por la pereza se hunde el techo, y por la flojedad de manos tiene goteras la casa.
Por causa del ocio se viene abajo el techo, y por la pereza se desploma la casa.
En la casa del perezoso pasan muchas desgracias: primero se cae el techo, y después toda la casa.
Por estar mano sobre mano se desploma la viga, y por brazos caídos la casa se viene abajo.
Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de manos se llueve la casa.