Eclesiastés 2:21

Porque se da el caso del hombre que habiéndose afanado con sabiduría, con conocimiento y con talento, deja sus bienes a otro hombre que jamás se afanó en ello. También esto es vanidad y un mal grande.

Otras versiones de la Biblia

pues hay quienes ponen a trabajar su sabiduría y sus conocimientos y experiencia, para luego entregarle todos sus bienes a quien jamás movió un dedo. ¡Y también esto es absurdo, y un mal enorme!

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Resulta que algunos ponemos a trabajar nuestra sabiduría, nuestros conocimientos y experiencia, ¡tan sólo para dejarle todos nuestros bienes a quien nunca hizo nada para ganárselos! ¡Eso está muy mal, y no tiene ningún sentido!

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

pues un hombre que se fatigó con sabiduría, ciencia y destreza, a otro que en nada se fatigó da su propia paga. También esto es vanidad y mal grave.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También esto es vanidad y mal grande.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 20
    Por tanto, volví a desesperarme con respecto a todo el duro trabajo con que me había afanado debajo del sol.
  • 21
    Porque se da el caso del hombre que habiéndose afanado con sabiduría, con conocimiento y con talento, deja sus bienes a otro hombre que jamás se afanó en ello. También esto es vanidad y un mal grande.
  • 22
    Porque, ¿qué logra el hombre de todo su duro trabajo y del conflicto de corazón con que se afana debajo del sol?

Imagen del verso

Porque se da el caso del hombre que habiéndose afanado con sabiduría, con conocimiento y con talento, deja sus bienes a otro hombre que jamás se afanó en ello. También esto es vanidad y un mal grande. - Eclesiastés 2:21