Porque cuando hay muchos sueños, también hay vanidades y muchas palabras. Pero tú, teme a Dios.
Más bien, entre tantos absurdos, pesadillas y palabrerías, muestra temor a Dios.
Éste es un mundo de sueños y palabras y cosas sin sentido, pero tú debes mostrar respeto por Dios.
Si en la región ves la opresión del pobre y la violación del derecho y de la justicia, no te asombres por eso. Se te dirá que una dignidad vigila sobre otra dignidad, y otra más dignas sobre ambas.
Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.
Donde los sueños son en multitud, también lo son las vanidades y muchas las palabras; mas tú, teme a Dios.