Mejor es lo que los ojos ven que el divagar del deseo. Sin embargo, esto también es vanidad y aflicción de espíritu.
Vale más lo visible que lo imaginario. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!
Por eso, «vale más pájaro en mano que cien volando». Aunque tampoco esto tiene sentido, porque es como querer atrapar el viento.
Mejor es lo que los ojos ven que lo que el alma desea. También esto es vanidad y atrapar vientos.
Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.