No prestes atención a todas las cosas que se dicen, no sea que oigas a tu siervo que habla mal de ti.
No prestes atención a todo lo que se dice, y así no oirás cuando tu siervo hable mal de ti,
No hagas caso de los chismes, y así no sabrás cuando tu empleado hable mal de ti;
Tampoco hagas caso de todo lo que se dice, para que no oigas que tu siervo te denigra.
Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti;
Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se dicen, no sea que oigas a tu siervo que habla mal de ti: