Mejor es el fin del asunto que el comienzo. Mejor es el de espíritu paciente que el de espíritu altivo.
Vale más el fin de algo que su principio. que la arrogancia.
Más vale un buen final que un buen principio. El que tiene paciencia llega a la meta; el orgulloso habla mucho, pero no logra nada.
Más vale el término de una cosa que su comienzo, más vale el paciente que el soberbio.
Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.