Pero para todo aquel que está unido a los vivos hay esperanza, pues mejor es perro vivo que león muerto.
¿Por quién, pues, decidirse? Entre todos los vivos hay esperanza, pues vale más perro vivo que león muerto.
No hay mucho de dónde elegir, aunque «mientras haya vida hay esperanza», por eso digo, «más vale plebeyo vivo que rey muerto».
Pues mientras uno sigue unido a todos los vivientes hay algo seguro, pues vale más perro vivo que león muerto.
Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
Aún hay esperanza para todo aquél que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.