Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad.
Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.
Dejen de estar tristes y enojados. No griten ni insulten a los demás. Dejen de hacer el mal.
Toda acritud, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros.
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Toda amargura, y enojo, e ira, y gritería, y maledicencia, y toda malicia, sea quitada de entre vosotros;