y celebraron con regocijo durante siete días la fiesta de los Panes sin Levadura, porque Jehovah les había dado alegría y había predispuesto hacia ellos el corazón del rey de Asiria, para fortalecer sus manos en la obra de la casa de Dios, el Dios de Israel.
¡Bendito sea Jehovah Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehovah que está en Jerusalén!