Cantaban alabando y dando gracias a Jehovah. Y decían: '¡Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel!' Todo el pueblo gritaba con gran júbilo, alabando a Jehovah, porque eran colocados los cimientos de la casa de Jehovah.
Todos daban gracias al Señor, y a una le cantaban esta alabanza: 'Dios es bueno; su gran amor por Israel perdura para siempre.' Y todo el pueblo alabó con grandes aclamaciones al Señor, porque se habían echado los cimientos del templo.
Al ver que se había comenzado a reconstruir el templo, todo el pueblo gritaba de alegría y alababa a Dios. Los gritos de alegría se mezclaban con el llanto de la gente, y desde lejos se escuchaba el alboroto. Unos cantaban alabanzas y daban gracias a Dios, y otros decían: «¡Dios es bueno! ¡Él nunca deja de amarnos!» Muchos sacerdotes, sus ayudantes y jefes de familia lloraban en voz alta, pues ya eran ancianos y habían conocido el primer templo.
Cantaron alabando y dando gracias a Yahveh: «Porque es bueno, porque es eterno su amor para Israel.» Y el pueblo entero prorrumpía en grandes clamores, alabando a Yahveh, porque la Casa de Yahveh tenía ya sus cimientos.
Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová.
Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y decían: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con grande júbilo, alabando a Jehová, porque a la casa de Jehová se echaba el cimiento.