Pero por cuanto nuestros padres provocaron a ira al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor el caldeo, rey de Babilonia, quien destruyó este templo y llevó cautivo al pueblo a Babilonia.
Pero como nuestros antepasados provocaron a ira al Dios del cielo, él los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el *caldeo que destruyó este templo y que llevó al pueblo cautivo a Babilonia.
Pero como nuestros antepasados hicieron enojar a Dios, él permitió que los venciera el rey Nabucodonosor de Babilonia. Ese rey destruyó este templo y envió cautivos a Babilonia a todos los habitantes de Jerusalén.
Pero nuestros padres irritaron al Dios del cielo, y él los entregó en manos de Nabucodonosor, el caldeo, rey de Babilonia.
Mas después que nuestros padres provocaron a ira al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual destruyó esta casa y llevó cautivo al pueblo a Babilonia.
Mas después que nuestros padres ensañaron al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual destruyó esta casa, e hizo trasportar el pueblo a Babilonia.