También he dado órdenes que a cualquiera que altere este decreto le sea arrancada una viga de su casa, y él sea clavado, empalado en ella, y que por ello su casa sea convertida en un montón de escombros.
He determinado así mismo que, a quien desobedezca esta orden, lo empalen en una viga sacada de su propia casa, y que le derrumben la casa.
»Cualquiera que desobedezca esta orden morirá de la siguiente manera: Se le atravesará el cuerpo con la punta afilada de una viga sacada de su propia casa, y la casa deberá ser totalmente destruida.
Ordeno, además, lo siguiente: A todo aquel que no cumpla este edicto, le será arrancada de su casa una viga, se le amarrará a ella y será azotado; en cuanto a su casa, será reducida, por este delito, a un montón de escombros.
También por mí es dada orden, que cualquiera que altere este decreto, se le arranque un madero de su casa, y alzado, sea colgado en él, y su casa sea hecha muladar por esto.
También es dado por mí mandamiento, que cualquiera que mudare este decreto, le sea arrancado un madero de su casa, y alzado, sea colgado en él; y su casa sea hecha muladar por esto.