En el primer año del rey Ciro, el rey Ciro dio un decreto acerca de la casa de Dios que está en Jerusalén: 'Que la casa sea edificada como un lugar en el cual se ofrezcan sacrificios, y que sean colocados sus cimientos. Será de 60 codos de alto y de 60 codos de ancho.
En el primer año de su reinado, el rey Ciro promulgó el siguiente edicto respecto al templo de Dios en Jerusalén: Que se echen los cimientos y se reconstruya el templo, para que en él se ofrezcan *holocaustos. Tendrá veintisiete metros[1] tanto de alto como de ancho,
«En el primer año de su reinado, Ciro ordena: Que se reconstruya el templo de Dios en Jerusalén para que allí se presenten ofrendas. El templo será de veintisiete metros de largo, nueve metros de ancho y trece metros y medio de alto.
«El año primero del rey Ciro, el rey Ciro ha ordenado: “Casa de Dios en Jerusalén”: «La Casa será construida como lugar donde se ofrezcan sacrificios y sus fundamentos quedarán establecidos. Su altura será de sesenta codos, su anchura de sesenta codos.
En el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio orden acerca de la casa de Dios, la cual estaba en Jerusalén, para que fuese la casa reedificada como lugar para ofrecer sacrificios, y que sus paredes fuesen firmes; su altura de sesenta codos, y de sesenta codos su anchura;
En el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio mandamiento acerca de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, para que fuese edificada la casa, lugar donde se ofrecen sacrificios, y que sus paredes fuesen firmes; su altura de sesenta codos, y de sesenta codos su anchura;