Así, pues, los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios que habían sido pesados, para llevarlos a Jerusalén, a la casa de nuestro Dios.
Así que los sacerdotes y levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios que fueron pesados para llevarlos al templo de nuestro Dios en Jerusalén.
Entonces los sacerdotes y sus ayudantes recibieron la plata, el oro y los utensilios que habían sido pesados y los llevaron al templo de nuestro Dios en Jerusalén.
Los sacerdotes y levitas tomaron entonces la plata, todo lo que había sido pesado, el oro y los utensilios, para llevarlos a Jerusalén, a la Casa de nuestro Dios.
Los sacerdotes y los levitas recibieron el peso de la plata y del oro y de los utensilios, para traerlo a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.
Los sacerdotes, pues, y levitas recibieron el peso de la plata y del oro y de los vasos, para traerlo a Jerusalem a la casa de nuestro Dios.